Acampada inaugural

Los días 20, 21 y 22 de octubre celebramos la tradicional acampada del Club Montañero Sierra del Pinar, iniciando de este modo la apertura del curso montañero.

Hace unos años que decidimos celebrar esta tradicional acampada en el albergue Inturjoven de Cortes de la Frontera, un lugar entrañable y perfecto para este tipo de acontecimientos, un acogedor establecimiento rural situado en una zona natural y tranquila a un kilómetro de Cortes de la Frontera, en la reserva natural de los Alcornocales.

El viernes después de distribuirnos y alojarnos en las distintas cabañas, mantuvimos unos momentos de convivencia entre risas y complicidad. Parecía que el tiempo no nos iba a permitir realizar las actividades que teníamos programadas, pero nos dio una tregua permitiéndonos realizar la actividad del sábado día 21.

Primera jornada

A primera de la mañana partimos para la pedanía La Cañada del Real Tesoro (estación de trenes de Cortes de la Frontera). Un espléndido día nos acompañó en todo momento, permitiéndonos disfrutar de la jornada, al final de pedanía cruzamos el Guadiaro por el puente de las Pepas para enfilar la Cañada Real de Gibraltar, pasamos por el arroyo del Salitre, donde las indicacionesnos informan de una variante hacia Gaucín y Benarrabal, a partir de aquí el camino se va elevando permitiéndonos disfrutar de las bonitas vistas de la serranía de Ronda, llegando finalmente al Puerto de La Fresnada, en este punto realizamos un alto en el camino para avituallarnos y reponernos para encauzar el resto del camino.

Antes de llegar al Puente de Los Alemanes, llegamos a un mirador en el Camino de Los Puertos, donde apreciamos unas preciosas vistas del valle del Guadiaro y las vías del tren, en la parte más alta, a unos 410 metros llegamos el Cortijo del Marqués, unas ruinas sobre un agradable balcón, las vistas sobre del valle del Guadiaro se aprecia desde otra perspectiva con el río avanzando entre las verdes lomas de las montañas. Merece la pena fijarse en el recorrido del tren, que intercala viaductos y túneles por esta complicada orografía.

Bajamos no sin precaución por lo empinado del terreno, para llegar a una bajada con unos escalones de piedra muy inclinados, que bajamos con mucha precaución, un cable metálico nos ayudará en la bajada. Abajo del todo está el Puente de los Alemanes, que ni es realmente un puente ni lo hicieron los alemanes. Se trata de un azud o sistema de canalización de agua de la Central Eléctrica de Las Buitreras construido por ingenieros belgas en 1918. La plataforma del puente se encuentra a unos 60 metros sobre el lecho del río, impresiona asomarse y ver la estrechez de las paredes donde se deslizan los barranquistas para iniciar el barranco, seguimos nuestro camino cruzando una pequeña cueva que nos obliga a agacharnos.

Subimos una inclinada cuesta y una vez alcanzada la cumbre, nos deslizamos rápidamente zigzagueos el camino en una bajada, donde el sendero fue acondicionado hace un tiempo con algunas escaleras y barandillas de madera. Finalmente llegamos al mirador del Monumento Natural del Cañón de las Buitreras en todo su esplendor, en la parte elevada de la pared de roca caliza, Foto:Manolo Marquez

veremos la colonia de buitres leonados que anida aquí, con algunos ejemplares planeando sobre nuestras cabezas. En este lugar, paramos para comer, iniciando mas tarde nuestro camino tras alguna zona pedregosa y que nos puede complicar el paso que se irá cerrando poco a poco, con una abundante vegetación de matorral. Antes de emplazar la última parte del camino, decidimos tomar un respiro en el Charco del Moro, y que nos permitió refrescarnos reiniciando de nuevo nuestra marcha. A media altura, damos con un tajo, por el que bajan las escorrentías con fuerza cuando llueve, lo cruzamos por un puente colgante. El serpenteante camino nos irá elevando para llegar finalmente a la Central Hidroeléctrica de las Buitreras, desde aquí a un escaso kilómetro llegamos a la estación de Colmenar, en este lugar tomamos el tren que nos conducía a nuestro punto de partida en la estación de Cortes.

La cena, como es característico en este club, la realizamos todos juntos, pero en esta ocasión la habíamos contratado con el Albergue, la verdad que la comida daba mucho que desear, tanto en calidad como en la variedad de los productos, de todas formas en la sobremesa pasamos unos momentos de agradable entre charla y algún que otro chiste.

Segunda jornada

La ruta prevista para el domingo era una circular en torno a la pedanía de la Cañada del Real Tesoro, bordeando el Guadiaro, pasando inicialmente por La Casa de Piedra, se trata de un bloque de arenisca que aflora en el terreno y que ha sido ahuecado hasta formar una habitación prácticamente rectangular, y donde al parecer se instala un lagar del que se conserva el hueco de la prensa, al mismo tiempo que tinajas embutidas en el suelo. La decoración es curiosa esculpida y tallada en la propia pared, y que según las indicaciones, puede tener paralelos con el mundo clásico tardío.

En la parte superior está enmarcado por una cenefa de motivos vegetales, así como la silueta de un pez labrado en una esquina de un pilar. Este edificio fue posteriormente reutilizado y usado como lagar de uva, un lugar bastante curioso.

Una vez que salimos de La Casa de Piedra, nos sorprendió la lluvia con lo que tuvimos que dar por finalizada la actividad, volviéndonos hacia los coches y poner rumbo a Jerez.

De todas formas, un fin de semana genial, con buena compañía y disfrutando del entorno.

Texto de José A. Sánchez Lozano, Yiyi.