Resumen de la ruta realizada el 6 de noviembre de 2022 a cargo de nuestro compañero Manuel Figueroa.
Iniciamos la travesía Grazalema-Benaocaz por el sendero de los Llanos del Endrinal con la imponente figura del Peñón Grande a nuestra derecha; bajo éste se aprecian construcciones para guardar el ganado. Pasamos junto a una antigua era restaurada y, como tantas otras veces, divisamos varios ejemplares de cabra montés correteando entre las rocas a nuestra izquierda. El camino dibuja un zigzag entre pinos de repoblación que permite salvar el desnivel de casi 200 m entre el inicio del sendero y el Puerto del Endrinal. Con tranquilidad pero paso firme alcanzamos el collado.
Aprovechamos la planicie del puerto para tomar un respiro y disfrutar de las excelentes vistas que nos ofrece. Frente a nosotros la Sierra del Endrinal, en la que destacan las cumbres del Simancón, Reloj, Corona de los Yedrales, Navazuelo y Pescador, junto con la gran depresión kárstica que acoge los Llanos del Endrinal.
Continuamos nuestro camino, pero esta vez, en lugar de descender hasta los llanos, seguimos un sendero a su derecha y a media altura. Éste es utilizado normalmente por escaladores como vía de aproximación al Peñón Grande. Según avanzamos el camino se une con el de subida hacia nuestro próximo hito, el Puerto de las Presillas.
En el camino de ascenso al Puerto de las Presillas pasamos junto a los restos de sendos pozos de nieve. La Sierra del Endrinal nos muestra su cara oeste con las vistas del Navazuelos y el Pescador o Tajo Daleao.
Llegamos así al puerto donde el camino se bifurca; a nuestra derecha hacia el Puerto del Boyar, a nuestra izquierda, hacia el paraje del Dornajo, camino este último que seguiremos hasta el cortijo homónimo. Pero antes haremos un pequeño descanso.
Después de una pequeña subida y sobrepasada la linde que separa los términos de Grazalema y Benaocaz, se abre ante nosotros el Circo del Dornajo. Bordeamos la ladera suroeste del macizo del Endrinal hasta alcanzar las ruinas de la Casa del Dornajo. Poco queda de esta construcción más allá de algún muro y alguna tapia aprovechada aún para resguardo del ganado.
Frente a las ruinas del Dornajo paramos a comer y relajarnos un rato a la sombra de viejas encinas. Entre charla y risas pasamos un rato más que agradable. Aprovechamos para hacernos la foto de grupo antes de reanudar el camino.
Nuevamente en marcha pasamos junto a la fuente del Dornajo cuyo pilar debe llevar demasiado tiempo sin notar el frescor del agua. Una tubería conduce el escaso hilillo de agua que mana de la surgencia hacia unos improvisados abrevaderos para el ganado situados metros más abajo. Los compañeros más veteranos comentan cómo en otros tiempos, cuando no existían las actuales limitaciones a la acampada, esta fuente era un punto seguro para disponer de agua fresca. La falta de agua y los casi 30 grados centígrados entrado ya el mes de noviembre debería hacernos reflexionar.
Llegamos así hasta la Casa de Fardela o, como en el caso del Dornajo, sus ruinas. A partir de aquí, en suave descenso y escoltados por la Sierra del Caíllo a nuestra izquierda y el Jauletas a nuestra derecha, alcanzamos la población de Benaocaz, fin de ruta.
Track y resumen de la ruta
Elevación máxima: 1297 m
Elevación mínima: 805 m
Ascenso total: 523 m
Descenso total: -630 m
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