El pasado domingo 6 de marzo llevamos a cabo la travesía Benaocaz – Villaluenga entre estas dos localidades serranas.
¡Empezamos fuerte!
Tras dejar Jerez y la preceptiva parada para dar cuenta de un buen desayuno, llegamos a Benaocaz donde comenzamos la travesía ascendiendo por sus callejuelas hasta las proximidades de la ermita. Una vez allí nos dirigimos hacia los primeros cortados con los que nos recibe la Sierra del Caíllo. Dejando cada vez más atrás el caserío de Benaocaz, seguimos en continuo ascenso entre rocosas dorsales.
Después de los primeros kilómetros de subida y superar una angarilla, alcanzamos un pequeño rellano en el que aprovechamos para tomar resuello y disfrutar de las vistas. Aunque el día ha amanecido frío, apenas hace viento y el sol va templando el aire. El momento invita a hacernos la foto de grupo.
Tras este breve descanso continuamos nuestro camino de ascenso buscando el Navazo Alto al que por fin llegamos por un camino serpenteante entre quejigos y encinas. Antes de acometer el último tramo de subida que nos llevará hasta el pico del Navazo Alto (o del Cao), recuperamos energías junto a la boca de la Sima del Cao.
Subida a la cima del Navazo Alto
El último ascenso lo llevamos a cabo con tranquilidad y mucha atención pues, además de la fuerte pendiente, la erosionada superficie caliza no permite que el camino de subida dibuje un claro trazado que seguir con facilidad; tan solo el rastro de pisadas anteriores y algún que otro hito que apenas destaca del fondo calizo nos guía hasta alcanzar la cima en la que se sitúa el vértice geodésico. Entre foto y foto, disfrutamos de una de las mejores panorámicas de la sierra. Desde este otero podemos divisar perfectamente las cumbres de las sierras circundantes (Pinar y Endrinal hacia el norte, Alta al oeste, Juan Diego al este y Líbar y Los Pinos hacia el sureste). A partir de aquí, el resto del camino será de descenso.
Descenso hacia los navazos
Comenzamos a descender por un paisaje kárstico cada vez más erosionado. Caminamos entre canchales y lapiaces, y pasamos, sin apenas detenernos, junto a una gran dolina. El cielo se va cubriendo por unas amenazantes nubes de lluvia y aún tenemos que parar a comer. Por fin, tras admirarlo desde un balcón natural, alcanzamos el Navazo Alto por las proximidades del Puerto del Ahorcado. Buscamos un lugar para comer cerca del mismo sumidero del navazo, a resguardo del frío viento que comienza a arreciar.
Finalizado el avituallamiento y con la suerte de que la lluvia no ha hecho acto de presencia, reanudamos la marcha buscando el paso hacia el Navazo Hondo, donde la actividad humana se hace más patente con la presencia de cercados para el ganado. Atravesado éste longitudinalmente, llegamos a una cancela cuyo cartel nos recuerda por dónde han transcurrido nuestros últimos pasos.
Nuestro camino continua en claro descenso buscando la Manga de Villaluenga a la que finalmente llegamos. Nuestros pies agradecen el firme trazado acelerando nuestros pasos hasta alcanzar la localidad de Villaluenga del Rosario, donde damos por finalizada la ruta.
Track y resumen de la ruta
Elevación máxima: 1391 m
Elevación mínima: 765 m
Ascenso total: 853 m
Descenso total: -777 m
0 comentarios