Para dar la bienvenida a esta primavera, el pasado domingo siete de abril nos reunimos de nuevo un grupo de socios y amigos del club con vistas a cruzar la sierra del Caíllo en dirección a Grazalema desde nuestra querida Villaluenga del Rosario.
Comenzamos subiendo una potente cuesta para desviarnos a la derecha y tomar un camino empedrado con primor que nos lleva en poco más de un kilómetro hasta una angarilla la cual cruzamos tras subir una peculiar escalera de hormigón que parecer flotar sobre la ladera que comenzamos a subir, nos espera un ascenso continuado hasta el puerto de los Navazos, durante el cual primero por estrechas sendas y después por caminos que recuerdan a una calzada romana vamos ganando altura y disfrutando de las espectaculares vistas que hacia el frente nos presenta la sierra del Caíllo y volviendo la mirada los Llanos del Republicano.
Conforme avanzamos, el sendero culebrea jalonado de hitos y nos anima a introducirnos en un laberinto formado por la erosión de la caliza en el cual la vegetación ha aprovechado cualquier resquicio para afianzarse y crecer formando un paisaje en el que hasta el puerto predominan las encinas y matorrales y los tapices de musgo en las zonas de umbría, pasado un cortijo que todavía subsiste con la cría de ganado caprino y porcino nos desviamos ligeramente a la izquierda para rodear una zona que las últimas lluvias han hecho difícil de transitar por el barro.
Una vez llegados al puerto de los Navazos realizamos una parada para deshacernos de la ropa sobrante una vez entrados en calor y tomar un sorbo de agua, unos grandes ejemplares de vacas nos miran con recelo y nosotros tampoco estamos muy confiados, este es un lugar donde a nuestra izquierda se encuentra toda la crestería de la sierra del Caíllo y en nuestro camino hacia la derecha nos internamos ya en la sierra del Endrinal.
Continuamos ascendiendo por una ladera cerrada de vegetación exuberante zigzagueando para ganar altura con mayor facilidad, a un lado del camino dejamos el refugio Peralta que nos indica la mitad de esta ultima ascensión, pues una vez lleguemos al refugio del Reloj todo será descenso. Llegamos a una bifurcación que si tomáramos hacia la izquierda nos llevaría a la “Charca Verde” en esta ocasión continuaremos hacia la derecha y en poco tiempo hemos superado esta ladera y el paisaje se abre ante nosotros con la cima del Morrocano y más a la derecha Simancón y Reloj, queda poco para llegar al refugio del Reloj y atravesamos una zona de lapiaces y musgo que tapizan rocas en la umbría, al final casi de sorpresa aparece ante nosotros la modesta construcción que buscábamos “el refugio del Reloj”.
Aprovechamos este claro y las abundantes plataformas rocosas alrededor del refugio para disfrutar del almuerzo antes de continuar por el sendero esta vez rodeados por un denso pinar con destino a Grazalema, pasando por lugares ya de sobra conocidos por haberlos transitado en multitud de ocasiones, rodeando el Reloj por su base, pasando cerca del puerto de los Alamillos, desvío para la cueva de las Dos Puertas, puerto del Endrinal, desde el cual también divisamos el puerto de las Presillas y bajando a Grazalema por la base del Peñón Grande, aquí después de tomar un refrigerio nos recoge el autobús para volver y despedirnos hasta una próxima salida.
Texto y fotos: José A. Ríos Pan y Eduardo Granado.
1 comentario
Currova · 19 abril 2024 a las 13:51
Esta no estuve compis… !!!
Buen Grupito !!!