El pasado domingo catorce comenzamos el año montañero poniendo nuestros pies sobre Los Alcornocales. Después de encontrarnos con Adolfo, que sería nuestro guía y de disfrutar de unas buenas tostadas con su correspondiente aderezo, nos dirigimos hacia Los Barrios con la intención de pasar el día con vistas a la bahía de Algeciras. Y nunca mejor dicho porque una intensa niebla nos acompañaba; pero ya se sabe, mañanitas de niebla, tardes de paseo. Y se abrió un espléndido día que nos permitió disfrutar de un cresteo en el que pudimos divisar el Jebel Musa al otro lado del estrecho y una estupenda vista que abarcaba desde el puerto de Algeciras hasta La Línea y Gibraltar.
Después de atravesar un encantador pinar de repoblación, que no pierde su mérito por esto, la subida hasta el cerro nos hizo entrar en calor sin demasiado esfuerzo. Durante el camino fuimos dejando abajo el mar de nubes y viendo con tristeza como la sequía ha dejado el pantano de Charco Redondo bajo mínimos. Sobre nuestras cabezas pudimos disfrutar de la silueta de los buitres aprovechando las corrientes cálidas que les ayudaban a ascender.
Llegamos así al vértice geodésico que indicaba la mayor altitud del recorrido donde realizamos la foto de grupo y tras la habitual parada para comer en el Tajo de la Lata, regresamos ya por la pista, advirtiendo la gran cantidad de talas amontonadas al lado de la misma. Ya cayendo la tarde nos despedimos algunos a la entrada de nuestro recorrido y otros después de un café en la venta El Gamo.
Texto: José A. Ríos Pan
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