Una vez más hemos llevado a cabo la travesía de «El Pinsapar», probablemente la más popular en el senderismo gaditano. Y es que las particularidades que ofrece el recorrido lo convierten en una de las rutas más demandadas de toda Andalucía occidental.
Protagonista: el pinsapo.
El pinsapo (Abies pinsapo) puede ser considerado como un auténtico fósil viviente, una reliquia de los bosques de coníferas del terciario. Es un endemismo localizado exclusivamente entre las serranías de Grazalema, Ronda y Sierra Bermeja, y está estrechamente emparentado con el A. Maroccana y el A. Tazaotana, presentes en el Norte de Marruecos.
El entorno: la Sierra del Pinar.
La Sierra del Pinar traza una cresta muy accidentada entre los picos San Cristóbal y El Águila con alturas superiores a los 1500 msnm (1654 m en el caso de El Torreón). Su abrupta silueta y la verticalidad de sus paredes («Caídas del Pinar») confieren a su vertiente norte un aspecto realmente majestuoso. Como impresionante resulta la pendiente del talud que se extiende desde su base, cubierto por el tupido bosque de pinsapos que, en pisos inferiores, se va entreverando de encinas y quejigos, aportándole una diversidad cromática de excepcional belleza.
El sendero
Tras el correspondiente desayuno en el pueblo de El Bosque, llegamos al inicio de nuestra ruta, el paraje conocido como Los Areneros, junto a la carretera que sube al Puerto de las Palomas. Desde aquí comenzamos la subida por un sendero zigzagueante, atravesando un bosque de pinos de repoblación, hasta alcanzar el Puerto de las Cumbres. Desde este punto podemos apreciar un entorno espectacular: hacia el norte y en primer término, la cuenca fluvial en embudo que conforma la propia Sierra del Pinar y que confluye en la Garganta Verde, más allá la Sierra de Líjar con el pueblo de Algodonales a sus pies. A nuestra espalda, Grazalema y la Sierra del Endrinal coronada por el Reloj y el Simancón. En dirección oeste, continuando el sendero, vemos la imponente figura del pico San Cristóbal, detrás del cual asoma el Torreón. Después de un breve receso y la fotografía de grupo, continuamos el camino.
Dejando atrás el Puerto de las Cumbres, y divisando ya los primeros ejemplares de pinsapo, este nuevo tramo de sendero nos lleva hasta otro mirador natural, el conocido como Tajo del Pinar que, a diferencia del anterior, desde aquí podemos contemplar ya la impresionante perspectiva del pinsapar en su totalidad con todas las cumbres del Pinar sobre éste. A partir de aquí, el sendero se adentra en una masa arbórea que se mantiene prácticamente hermética a los rayos de sol. Esto hace que los pinsapos compitan entre sí por alcanzar cada vez más altura buscando la preciada luz.
El sendero ya es un continuo y suave descenso aunque no exento de requerir cierta atención por nuestra parte; ante tal espectáculo, es fácil que olvidemos mirar dónde pisamos y acabemos dando un traspiés. A medida que el camino pierde altitud, van apareciendo los primeros ejemplares de quejigo o roble andaluz (Quercus canariensis), algunos de ellos con un porte realmente imponente, entre los que destaca el popularmente conocido como «Quejigo del gnomo».
Los Llanos del viento
Cuando el camino deja atrás los últimos pinsapos, se nos abre ante sí una colina adehesada. Estamos en los Llanos del Viento, un emplazamiento perfecto para detenerse a comer y descansar con la impresionante vista de las cumbres del Pinar ante nosotros.
Tras reponer fuerzas y un buen rato de charla, continuamos nuestro camino por un nuevo sendero (más adelante se convertirá en pista) hasta finalizar en el bello pueblo de Benamahoma. En estos últimos kilómetros el camino está flanqueado por los Tajos de la Sierra, unas paredes de roca que siguen impresionando al observador a pesar de todo lo contemplado hasta el momento.
Fin de la travesía
El sendero llega a su fin en la bonita localidad de Benamahoma, junto a la Fuente del Nacimiento. Merece la pena pararse a contemplar las cristalinas aguas que surgen del manantial.
Y aquí ponemos fin a esta clásica ruta que, por mucho que año tras año se repita, nunca nos deja de impresionar.
Track y resumen de la ruta
Elevación máxima: 1310 m
Elevación mínima: 451 m
Ascenso total: 397 m
Descenso total: -982 m
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